En 1936, el médico otorrinolaringólogo, Alfonso Vergara Andrade, se asoció con Antonio Chavira y Francisco Gómez y comenzaron el revelado fotográfico en México. Vergara se cultivó en el dibujo y la fotografía, reunió a los dibujantes Jorge Aguilar, Roberto Marín y Leopoldo Zea Salas y fundó Producciones AVA. En 1935, y después de estudiar cada publicación sobre animación que llegaba a sus manos, estrenaron Paco Perico en première. Posteriormente el estudio cerró por falta de presupuesto, pero reabrió después de un tiempo con el nombre de AVA-Color. Este segundo estudio produjo las cintas Los cinco cabritos, La vida de las abejas,, El jarabe tapatío, El tesoro de Moctezuma y Una noche de posada, en la que reaparece el personaje Paco Perico.
En los años cuarentas, surgió la compañía Don Quijote, en la que trabajaron Carlos Sandoval y Bismark Mier; tuvieron dos proyectos Una corrida de toros en Sevilla y El charro García, los cuales nunca se terminaron. Con talento importado de los Estados Unidos, Santiago Richi fundó Caricolor, empresa cuya dirección de animación y fotografía tomó Manuel Mario Moreno. Su primera cinta fue Me voy de cacería, estrenada en 1943. Esta época fue muy importante para la animación mexicana: por fin se hacían cosas interesantes, pensadas en la industria del cine y con este último corto se tomó mucho más en serio su producción. Lamentablemente, sus colaboradores extranjeros fueron llamados a las filas de su país para combatir en la Segunda Guerra mundial y el estudio tuvo que cerrar.
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